Décima
La imagen ideal o concretizar lo abstracto es frecuente en la poesía campesina. - cabalga sobre un caballito de juguete
#Cubanos
No hay iris. Se difumina el color de las violetas y convivo con siluetas en un mundo de neblina. Una mujer me encamina
Martí —antecesor de Mella, Martí de pluma y machete, Improvisado jinete Sobre crinada centella—. Por convertir en estrella
Estoy viendo, como quien sueña en una noche triste, paisaje que ya no existe con ojos que ya no ven. Magia de supremo bien
Junto a mi cabecera una mujer marchita, celosa de la muerte, está velando día y noche, atenta a mis orines y mis heces fe…
Adónde fuiste, ángel mío, en la última travesura? Tal vez quiso tu ternura mudarse para el rocío. Te fuiste como en el río
Y tu sombra va detrás... ¿A qué sombra te refieres? Tú no tienes sombra, tú eres Una sombra nada más. Siempre una sombra serás,
Vendrá mi muerte ciega para el lla… me llevará, y el mundo en que he v… se olvidará de mí, pero no tanto como yo mismo, que seré el olvido. Olvidaré a mis muertos y mi canto.
Los hombres y mujeres que me trata… no se presentan como son, sino como la sombra de sus cuerpos… bípedas nubes humo coloquial,
Hay un huésped que viene al cuarto… transformando mi océano en laguna. Tiene lo suave de la piel gatuna y da el encanto de un morir sin fr… Me ausenta de la vida por un río
Enero: ya está el central encendiendo en el paisaje un relámpago en el paisaje un relámpago, un miraje de sonrisa trimestral.
Como la luna lejana, estoy distante de ti; y a la vez que estoy aquí me estoy viendo en tu ventana. Así que ya estás cercana
Llovizna, está gris el cielo, En el aire, qué humedad, Como si en la inmensidad Alguien cepillara hielo. Hilo elástico de vuelo
Cuando se desborda en trino El agua de la ternura Lava con su mano pura La camisa del camino. El sinsonte, campesino
Compay, ¡qué triste está el río! ¡Cómo solloza la palma! Para siempre murió el alma del guateque en el bohío! Aquella que en el bajío
Vengo de allá de la ciénaga, del redimido pantano. Traigo un manojo de anécdotas profundas, que se me entraron por el tronco de la sangre