A una mujer.
Ayer fui a la feria. El ganado lucía bello, la comida olía delicioso y los niños se veían contentos entre luces, payasos y frituras.
Me embarga el desánimo, pues hoy amanecí sin propósito. El cantar de las aves no conmueve y el azuladísimo cielo provoca naú… Flaquearon mis pasiones.