#EscritoresMexicanos (1974) Los eróticos otros poemas y
La lluvia tejía su encaje plateado. Las nubes negrísimas sombreaban la noche morena. En el plano brillante
Estoy Exactamente A Un metro Con 74 centímetros
Este lánguido caer en brazos de un… esta brutal tarea de pisotear mari… este pensarse árbol, botella o cho… huella de pie dormido, navaja verd… este instante durísimo en que una…
Hoy Amanecí Dichosamente Herido De
Ardía el caballero con sus ojeras… llameaba su piel e iluminaba la ci… Moría de hambre el capitán Fiallo acostado en su lecho de una bruta… y un leño por almohada
Cuatro jinetes de pólvora derriten… Cuatro fantasmas de plomo cavan la… Uno, dos, tres, innumerables asesi… Un jinete de enrojecidos ojos caba… Algo como una lejana tristeza suce…
Las paredes tienen oídos, vientre y sangre. Pero que no lo sepa el aire, que lo ignoren el invierno y el vendedor de esponjas;
Jaime ya no puede con la Muerte: La de su padre el Mayor, La de Doña Luz ("Me ha dejado triste, tirado todo el día sobre mis sueño…
El amor viene lento como la tierra… como luz de doncella, como el aire… Se parece a la lluvia lavando viej… resucitando pájaros. Es blanquísim… larguísimo y sereno: veinte sonris…
Lily me espera a las 11 en el puen… al pie de San Juan Nepomuceno, sa… santo de agua, mudo, ahogado. Lily cree en Dios y yo corro haci… y hacia el río y después
Lentamente, la paloma violeta anidó en el hombro derecho de la m… Lentamente, una sonrisa de oro se hizo luz en los labios de la mu…
Como una limpia mañana de besos mo… cuando las plumas de la aurora com… a marcar iniciales en el cielo. Co… caída y amanecer perfecto. Amada inmensa
Miro pasar las nubes de la noche. Miro pasar tu cuerpo, tu sombra de… Oigo los sueños de la noche (nubes también, o aves) y conozco el misterio de lo eterno…
Lo que más breve sea: la paloma, la flor, la luna en las pupilas; lo que tenga la nota más suave: el ala con la rosa,
Eres, amor, el brazo con heridas y la pisada en falso sobre un ciel… Eres el que se duerme, solitario, en el pequeño bosque de mi pecho. Eres, amor, la flor del falso nomb…