De Profundis
Mi alma es un océano de turbios recuerdos el ayer.
Desde mi bajel
Con el gobernalle roto
Con los remos resquebrajados
(por las cuchillas de mi alma)
y las velas deshilachadas por el viento del ayer
buscaba y buscaba en medio de ninguna parte.
Y en ese piélago de lágrimas
entre redes y anzuelos enmarañados,
allí estaba yo
(o mi otro yo)
Me acerqué al abismo azul,
miré al espejo cabrilleado
y me tiré con desición hacia lo ténebre.
Buceé entre mis entrañas,
busqué en el pecio de mi alma
(con pundonor)
pero allí no había nada
Y no sabía por dónde empezar
Pues me buscaba a mí mismo
(o eso creía)
Y sumergiéndome en mis peores ayeres,
haciendo mi periplo hacia las profundidades
de mi océano interior,
toqué fondo.
Y en ese abismo frío y soporífero
hayé pesadas anclas pretéritas
las cuales,
estaban forjadas de melancolía,
tormentos que me aferraban
con cadenas de lágrimas,
las cuales me ahogaban con turbios recuerdos y pesares amargos.
(Y no me dejaban, no me dejaban.)
Elevarme hacía lo infinito
era mi súmmum,
pero las nubes del infortunio
taparon el firmamento.
Busqué mis alfanges y alabardas
de batallas perdidas,
exploraba con la esperanza
de encontrar la brújula de mi destino...
Pero no la hayé.
Perdí el rumbo de mi porvenir,
dejé de ser el capitán de mi vida
para convertirme en el náufrago
de mi existencia.
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