Vivía –pudo vivir– con una palabra… Murió con la palabra apretada entr… Echaron tierra sobre la palabra. Se deshicieron los labios bajo la… ¡Y todavía quedó la palabra apreta…

Un amor indeciso se ha acercado a… Y no pasa; y se queda frente a la… Yo le digo al amor: –¿Qué te trae… Y el amor no responde, no saluda,… Es un amor pequeño que perdió su c…

He de amoldarme a ti como el río a… He de correr en ti, he de cantar e… Fuera de ti ha de sobrarme el mund… Dentro de ti no ha de faltarme bla… Dentro de ti está todo; fuera de t…

Estoy doblada sobre tu recuerdo co… esta tarde lavando en el río. Horas y horas de rodillas, doblada… este río negro de tu ausencia.

Señor, no des a mis cantos el tris… Déjalos que se pierdan o se quemen…

Al atardecer iré con mi cántaro azul al río, para recoger la última sombra del paisaje mío. Al atardecer el agua

En mi jardín hay rosas: Yo no te quiero dar las rosas que mañana... Mañana no tendrás. En mi jardín hay pájaros

Son estos ojos míos los que me amarran al paisaje de mi ventana. Son mis oídos los que me impiden oír la música que no se oye con oídos. Son estos pies los que me obligan a afirmarme en...

Selva de mi silencio, apretada de olor, fría de menta. Selva de mi silencio, en ti se mel… todas las hachas; se despuntan todas las flechas;

Amado mío, dame la rosa de ayer o…

Y primero era el agua: Un agua ronca, sin respirar de peces, sin orillas que la apretaran… Era el agua primero,