POESÍA JAPONESA
Perdida estoy, en el cristal del alma los vidrios rotos. Has rasgado mi vida en mil poemas vanos.
Te veo desnudo pleno, y te anhelo tanto que el corazón se hace boca para besar en tus labios, el hechizo de un sueño.
Mira la luna como contempla la ciudad dormida mira como quita la pena; esa que a veces nos atrapa.
Se me fue borrando tu mirada. Olvidé que un día hacerte el amor era como hacer un ocho mil.
Entre mis piernas cae la lluvia calándome siento mi sangre palpitar, gotas de agua resbalan por mi boca.
Con la luna ardiendo al ver a los amantes el mar se calentó al ritmo de la marea lunar. Allí bajo su luz te besé
¡Cómo te echo de menos! Duele no verte más, dicen que mañana es otro día, pero los días se me escurren entre las lágrimas.
Que bonito es el día, que el sol ilumina tu hermosa sonrisa, miras con ojos sonrientes, el sudor que cae de mi frente.
Tienes miedo de salir al escenario, sufres cada vez que cantas. Vuelas y vuelas con las malditas pastillas,
Hay una lasitud en la atmósfera, un vivir sin preocupaciones el presente que dan ganas de quedarse para siempre aquí, en estas playas de Granada, acunada por unas indolentes y placenter...
Mis senos duros turgentes, con circunferencias perfectas, los miro, mientras contemplo por el rabillo del ojo, unas flore… ajadas, muertas.
El fuego lamía mi cuerpo, surgía desde el mismo infierno. Mis labios escalaron
Yo he sido libre montando en bicicleta, sintiendo la brisa fresca del amanecer. Belleza de campos de amapolas,
Recuerdo follarte con rabia, con l… saladas, que me sabían a mar y lej… me iba, me iba de aquel lugar donde no existía la vida. Me condené yo sola,
Por que soy libre y yo elijo. la sociedad me quiere esclava, pero mi libertad me la gané el día en que entendí que solo yo podía guiar mi vida.