Poesía japonesa
A piel descubierta me lanzo al vacío de tus brazos, besando el aroma bendito de tu boca. Acariciando tu piel
Me dejé llevar por la temperatura y por ti perdí la cordura. No sé que corre por mis venas
Vete tú corazón, no hay nada más d… que tu ida. El río Guadalquivir se ensombrece… al mirar el barco que te lleva. Vete tú, que yo no puedo;
El lirio blanco aromando el camino. Cerca mí casa. En la ventana las orquídeas blancas.
Mar cristalino que me abraza llorando, entre las olas. Quiero una playa y perder la mirada,
Esa ventana ciérrala enseguida no deseo ver mis ojos gimiendo asomados al espejo, ya, ardiendo del dolor provocado por la vida. A oscuras mi corazón va latiendo
Miré como metías los pies en la frescura del río Darro. Me guiñaste y sonreí, el cielo resplandecía
El dolor de la ruptura de un amor, aún vivo y palpitante, te marca hasta las entrañas. Pero puedo vivir sin ti. Mi corazón salvaje,
Mentías, cada vez que hablabas, jamás has sido capaz de amar, solo, abandonado por todos, te encontrarás. Eres un soberbio, altanero,
Mis senos duros turgentes, con circunferencias perfectas, los miro, mientras contemplo por el rabillo del ojo, unas flore… ajadas, muertas.
Por la mañana y yo acurrucadita en tu pecho, con la respiración aún agitada y caliente de tu sexo. Me besas con ternura, me dices un… Yo soy el cuerpo donde
cuando vuelvas ya no estaré me habré ido a algún lugar traspasando la frontera de la soledad.
A veces conoces a alguien y pierdes tus miedos, eso me pasó contigo, vi tus ojos más bellos que el hermoso azul del mar
Conocerte fue ver el sol dentro de mi pecho iluminando cada centímetro de mi corazón. Recuerdo tu pelo que mis manos deseaban amasar, acariciar
Somos en España 46.700.000 Mucha gente. Entre esa mucha gente, mucha gente… Nunca sus nombres serán explicitad… Nunca se valorará su aportación a…