POESÍA JAPONESA
Desprendo calor como el verano en Granada mi cuerpo arde solo con mirarte. Tengo un cuchillo de chocolate entre mis pechos
Ayer te pensé más de una vez no entiendo como has destrozado la… pero cada vez que te veo bailar as… siento que la vida se me va allí m… La verdad ¿qué es la verdad?
Pensó con las piernas sobre la mes… Juego, la prostitución y la venta… D. Lombardo, un hombre alto, con… tenía fama de “dedo” fácil. Su hermano asesinado por un mafios…
En noche oscura, entre tierra y el agua, Salta la rana. En el panel se afanan las abejas.
Tú me matas con esos labios veneno… con sabor a café fuerte, espeso y… eres nitroglicerina a punto de est… eres la adicción que no deseo deja… Eres el halcón que me cazó
Corre la sangre por las calles de la ciudad. Nucas destrozadas, cabellos apelmazados del líquido rojo.
Esa pena me cubre el cuerpo. Espesa, viscosa y negra como el petróleo. Y la quiero quitar. Porque quiero reír de verdad y no que un intento de sonrisa se quede en una mueca. Puede que e...
Eres mi afrodisiaco el “si” de mi margarita mi sonrisa vertical el deseo hecho carne. Tu piel suave
El amor no es solo estar con el ot… Solo al decir “adiós” podemos valo… Permíteme tenerte una vez más, te… “Las oportunidades son como los am… soy un alma que se va desvistiendo…
Amigo mío, no creas que no te quie… no pienses que ya no estoy a tu la… me enamoré de él, pero tú eres mi… Déjame recitarte un poema de esos que te gustan
Ecos de amor se oyen en la distancia gimiendo versos. Se oyen arpegios de aquel antiguo piano,
Horas de papel ilusión tatuada y piercings refulgiendo a medianoche, una cerveza en el garito con luces de los setenta de neón.
No he llegado a conocerte no me has dejado siempre ese no, como si no hubiese otra palabra en el mundo.
Tengo ganas de hablar y gritarlo, pero aún me atenaza el miedo. Miro tus ojos y me quedo prendida de tu mente,
No sé cuando comenzó esta pesadilla, que me atormenta, que me rompe, me asesina. Tú estabas en mi tan dentro que tuve que