POESÍA JAPONESA
Lágrimas de hielo resbalan lentamente, por los amores perdidos por esos poemas inacabados. Un cielo negro
El amor no es solo estar con el ot… Solo al decir “adiós” podemos valo… Permíteme tenerte una vez más, te… “Las oportunidades son como los am… soy un alma que se va desvistiendo…
La aurora austral ballet de mil colores. Noche invernal. Duerme la luna en iglú de cristal.
Luna roja, su luz resbala por tu e… en la noche púrpura, está lleno de… ¡Tus gemidos! Son mi alimento...… En la oscuridad conmigo caerás, ll… Sonreiré y te haré mío, tu alma me…
He saboreado el amor entre tus piernas, he nacido de nuevo en tu orgasmo. Ni Afrodita te hace sombra en esa belleza de tus pechos
Están las flores en los bosques lluviosos, son alas de hada. Pequeña flor, se vuelve de cristal;
AMOR EN LA PLAYA Noche de estrellas latió mi corazón al compás de las olas. Ardió en la orilla
El viento azotaba mi espalda mordí mi labio inferior, aguantand… la mar se frotaba contra la arena de manera frenética. La mañana estaba de resaca
Con el alma en vilo al verte por la carretera mi corazón cosido con hilo para que no se salga y muera,
Aunque la vida nos rompa unas vendas de besos quizás una escayola en el alma nos deje nuevos. Deja que te diga que no hay que pe…
Nunca te mirarán a los ojos como y… con el amor saliendo de mis pupila… con el abrazo silente de mi respir… Nunca te besarán como lo hice yo bebiéndome la vida de tu boca
Soy y seré en lo que tu me conviertas, leo tus comentarios, aunque no los responda, pero siempre quedan marcados en mi corazón como una firma permanente, eres quién me alimenta, eres qu...
Me perdí en la cueva que había entre tus muslos, una gruta donde la humedad hacía que me llenara de éxtasis. Quiero sentirte entera estremecert…
Que me gusta tener un sueño pero de hadas de tierra y agua ay, a esa ave saco la lengua cansado me poso en un leño Aquel gnomo me tiene en ascua,
Versos perversos para describir las líneas de tu cu… las curvas suaves que recorren tu orografía que me llevan a la de… Versos pérfidos