POESÍA JAPONESA
Amo que me digas que me amas que a pesar de mis cicatrices esté… que la cama se mueva noche tras no… llena de deseo, lujuria, pecado de… las llamas lamen nuestros cuerpos…
Déjame que bese tus parpados, que sienta el temblor de tus ojos al mirarme, el de tu boca al decirme buenos días.
Esa pena me cubre el cuerpo. Espesa, viscosa y negra como el petróleo. Y la quiero quitar. Porque quiero reír de verdad y no que un intento de sonrisa se quede en una mueca. Puede que e...
Soy un verso libre que solo sabe rimar con balas, que matan corazones dejándolos en un recuerdo que a veces está o simplemente se…
Entre las piedras olores de color flores que aroman deleite de los ojos la vida brota a tiempo.
Somos los puentes de luz que unen la tierra belleza viva con el fulgor del cielo iluminando vidas
Daría todo, sí daría todo lo que t… mis vestidos, mi casa, daría media… dormiría desnuda en un banco por una simple respiración, el dolor me está comiendo
Entre hoja verde mariquitas andando gotas brillando
Aún, cuando escucho tu voz me haces estremecer, aún siento deseo por ti, pero sé que tú y yo no podemos caminar juntos por la vida, ayer me sentía pegada a ti con el miedo constante a p...
En la cama alba soñaba que soñé, que estaba aquí. Hilan las nubes hebras de lluvia fina
Hay un lugar que me mata, me rompe sin embargo, siempre estoy ahí. Un sitio perverso donde el dolor es el placer
La sombreada calle, apenas transitada, me llevaba al final del pueblo. Me encantaba ver las flores que brotaban en primavera como por arte de magia. La hierba cubría el campo, salpicada...
No quieres a nadie solo a tu cocaína no sabes querer te abrí una puerta a la libertad tú la cerraste con llave.
Ay, arrebol sombreando elefantes, bajo la luna. Profunda África extendiendo sus alas.
Y tus caricias van tejiendo deseo tus dedos, pasan como seda salvaje recubriendo mi cuerpo.