En aquel callejón bajo la luz mortecina tu mirada se cruzaba con la mía. Ojos de serpiente boca de lava ardiente
Y el amor nos llegó a los dos. ilusión de tenernos, de querer descubrirnos. Palpar nuestros cuerpos, arder entre besos y sentirnos.
Va amaneciendo, arreboladas nubes. Color de vida en mi piel atezada, suspiros de mis sueños.
Yo le digo a mi suerte que te traiga a mi lado que espero que entiendas que no podemos estar separados. Le pido al astro albo
Camino por la calle, como una loca voy detrás de ti. Acompaso mis andares, y mis dedos se estiran,
En primavera la flor dijo a la abeja: ¡Qué descarada! Robas mi dulce néctar, le contesto ella:
La luz de la luna ilumina tu cuerpo de espaldas miré con absoluta ansía de tenerte de poseer cada centímetro tuyo esas piernas fuertes
Deja que flote una sonrisa entre la noche y el sueño. Qué de día no puedo, que se ven las penas como manchas; colgando de la blusa carmesí.
Lágrimas negras que caen suavemente por MI cara, sangrante corazón, que late al ritmo
Tengo los ojos del león soy grande poderosa un ser invencible; tengo una capa que me protege.
La noche me devora malditamente, me hace desaparecer nunca pensé que podía doler así hay cosas dentro de mí que necesito confesar.
La enfermera vestida de un blanco impoluto se dirigió a la sala de neonatos, allí había bebés con distintas dolencias, padres desesperados miraban por el cristal. cerró las cortinas y p...
Es la luciérnaga la que ilumina el bosque. Se va el estío. Por el sendero encontré hojas naranjas.
Ecos de amor se oyen en la distancia gimiendo versos. Se oyen arpegios de aquel antiguo piano,
Esta noche deseo poseer tu cuerpo deleitarme en tu mirada besar tu boca ardiente como la pasión que te embarga.