SEDOKA
En los riachuelos dejé mi alma nadar, ¡Incierto viaje! Casas pintadas reflejos en la mar,
Eres tan imbécil ¿de verdad creíste que no me daría… Tu cara de sorpresa me hace reír pequeño hombrecito puto ególatra ¿creíste que te iba…
Trenzas sedosas, acarician tu tez, de nácar puro. Tus ojos dos luceros, que alumbran noches,
¡Allí estaba el ataúd! Tenía que verme, saber que de verdad era yo. Me acerqué lentamente y, casi muero, si es que no estaba muerta ya, ¿Qué me han hecho? ¡Esa no era yo! Era una muñeca...
Me miras vida tús ojos tan brillantes pasión del alma las yemas de tus dedos en manos firmes
¿A qué me huele el amor cuando estoy enamorada? A veces me huele a vino y a rosas otras a perfume de sándalo, esencia de vida.
Me desperté al despuntar la aurora, con el olor a soledad. Me encontré con mi pasado, me ha venido de golpe
Amor, pasión, dame vida échame gasolina que arda esta noche hasta la alborada. Qué las sábanas nunca estén frías
Estoy en casa son las doce de la noche y estoy con la música a toda pastilla. Quiero dejar de oír
En aquel prado la mariposa vuela libando versos. Bajo la lluvia el sol muere en la tarde,
En un mar de hierba margaritas le bailan nubes brillando Verano insomne toda la ciudad rosa
Somos estampas imágenes perdidas sueño heredado en caminos de olvido llenos de polvo, solos
En la sombra suspiraba la mujer, escudriño la noche, aguzó el oído todo permanecía sereno, más tranqu… la guerrera siguió andando, buscan… la oscuridad de la noche.
La noche me devora malditamente, me hace desaparecer nunca pensé que podía doler así hay cosas dentro de mí que necesito confesar.
Sobre el fondo de mi mente Dios me dibuja un camino por donde el miedo, la ansiedad se van yendo, ya no te temo y me voy sin ti.