TANKA
Eres yerma, eres un campo vacío, eres hueca, como esos árboles de ramas caídas, retorcidas,
Ojos del alma azabache cabello nácar su cara En alta mar rompiendo va las olas
Me miras vida tús ojos tan brillantes pasión del alma las yemas de tus dedos en manos firmes
Y, quiero liarte amor entre mis brazos, atarte a mi alma. ¡Sentir como el deseo, enreda nuestra bocas!
Sobre el fondo de mi mente Dios me dibuja un camino por donde el miedo, la ansiedad se van yendo, ya no te temo y me voy sin ti.
Danza elegante la pasión en su sangre. El alma vuela. Las aguas turbias empañan nuestras vidas.
El velo blanco cubre la cara pálida, de ojos zafiros. En su mirar aletea el silencio,
El miedo cierra puertas, se corren las ventanas de los ojos en el silencio de la noche. Estrellas rayan el cielo
Mi canción en llamas solo mía, clamando por saciar este hambre, que me mata en esta humedad del bosque,
Desde ese banco contempló las sakuras, su amor se fue. Bajo las rosas la brisa da en mi tez.
Crucé puentes más allá del horizonte, más allá de la muerte, dónde muros me impedían ver la vida,
La niña enamorada sonríe bobamente los ojos abstraídos ve en las nubes mil corazones
MI HOMBRE Mi hombre, me mira con ojos de deseo, él contempla mi boca, sonríe provocativo,
Mis labios trémulos comulgan en tu boca carne y deseo el fuego de mi sangre cerezas de tu vértigo.
Otea el lobo la nevada del bosque que bella estampa del cielo añil nuboso día de frío y hambre.