Gotitas de agua el martín se sacude. Ha pescado hoy. En el crepúsculo el tigre observa humanos.

Veneno en la sangre me corre como un caballo por las venas, tú me diste esa condena, tú me diste esta maldición y te fuiste.

Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales

¡Cómo deseo prendida de tus ojos a ti enredada, liar tu cuerpo a mi piel sentir como te viertes!

Cariño, nunca dejes de buscarme cuando la soledad te coma no importa que no me ames siempre serás mi amigo. No sé como decirlo

Alboradas de piernas enredadas, en sábanas húmedas sábanas gastadas, con promesas y deseos de te quieros y frenesí.

Qué azul el cielo Campo de margaritas atardeciendo. Pico nevado árbol de flor de fuji

Tú aliento melodía para mi espíritu poema encadenado son tus dedos en mi piel tus ojos me cantan romances

Nunca he sido de esas que deja que la conozcas tanto que puedas destrozarla, siempre he huido de intimidades mi ser es mío.