Me miras vida tús ojos tan brillantes pasión del alma las yemas de tus dedos en manos firmes
En primavera la flor dijo a la abeja: ¡Qué descarada! Robas mi dulce néctar, le contesto ella:
Soy el vicio en tus manos, la perversión de tus pensamientos, soy tu deseo más profundo. Quítame la ropa y sumérgete en mí carne hasta desgarrarla.
¡Ay mi Andalucía! ¿Que te han hecho mi tierra sangrante y herida? Abandonada, sin rumbo como un barco varado.
En la sabana el tigre está dormido, en el silencio, del calor africano; la mujer piensa:
Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales
La noche huele a primavera, a piedra fresca, y a humo lejano de hojarasca. Huele a gato, a farola, a silencio y a montaña.
Llora la dama rayas de lluvia blanca; que quitan vidas. Cae en mí sangre roja, de mi rota nariz,
Siempre estaré te quiero junto a mí aunque la vida se haga noche y la lluvia de fuego me queme. Porque te amo
Desprendo calor como el verano en Granada mi cuerpo arde solo con mirarte. Tengo un cuchillo de chocolate entre mis pechos
Tallaré poemas en tu alma en tinta roja versos sentidos, mis palabras te pertenecen allí las dejo para siempre escritos de amor y deseo.
Me mata no guiarte en la oscuridad estoy siempre ahí para ti deberías saberlo déjame ayudarte vamos a volar de nuevo.
Dame un banco donde vea esperanza donde las entrañas no se desgarren… bajo el cielo índigo busco templan… pienso en ayudas que pueblos recor… Dame un banco que le de agua fresq…
Daría lo que fuese por un beso de… un beso largo, húmedo, hirviendo, entre palabras entrecortadas,
Quiéreme, pero quiéreme así, desnuda el alma como ramas en otoño. Ámame como si fuese primavera que brota.