La magnolia tiene un aroma que te deja enamorada, su suave fragancia llega a toda la plaza. Mujeres que charlan al fresco,
Yo protegeré tu corazón, haré que brilles como un diamante, te amo tanto, mira en mi interior, verás que rebosa mi corazón de amor por ti. Mira mi cuerpo que se estremece como brisa mec...
Trenzas sedosas, acarician tu tez, de nácar puro. Tus ojos dos luceros, que alumbran noches,
A piel descubierta me lanzo al vacío de tus brazos, besando el aroma bendito de tu boca. Acariciando tu piel
En la dulce cafetería te vi tomando un café eres tan preciosa tu pelo de miel me has enamorado, nene.
Más allá del horizonte granate hay tierras yermas de alegría y ri… donde la ayuda se viste de trigo, y ramas de flores huelen a esperan… donde la humanidad es agua fresca.
La noche huele a primavera, a piedra fresca, y a humo lejano de hojarasca. Huele a gato, a farola, a silencio y a montaña.
Agüita recorriendo tus muslos agua bajando por tu espalda tan bo… riachuelos suaves en tus pechos acariciando tus pezones. Agua que lame despacito
Hay hombres que no sienten, su corazón solo es un trozo de azulejo caído en la cocina. No saben amar, dicen: “te quiero” pero no saben
porque eso sería una liberación de la angustia y el sufrimiento solo pensaba en que terminará de una vez aquella pesadilla. Luego desperté, sin saber donde me encontraba, había estado e...
El silencio nos rodeó como aire denso que se pudiera cortar con un cuchillo. Me acerqué a la caja de nuevo, miré fijamente a la chica que allí había: el pelo rubio brillaba bonito, espe...
La luz de mi futuro se está apagan… Por mi pensamiento inmaduro perdí… Con el veneno de mi ambición, afil… Pero a causa de mi incontrolable a… Lo sé todo,
Que difícil es dejarte pero las llamas se consumieron no quedaron rescoldos donde soplar y avivar el fuego, cuanto me cuesta irme
La bella dama está desmadejada, entre mil perlas blancas. Suspira entre ellas; su piel inimitable
Déjame llorar por ti hace mucho que te rompiste a mí, me dejaste rota y combatí el mundo se hundió a mis pies, pero como rocas en la mar, yo luch…