Dori Gímez
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En la consentidora noche habanera maracas y trompetas ardiendo una muchacha me da una invitación a pecar bailando Ch… La alegría recorre la sala
Olea el trigo como si fuese mar, brisa de otoño. Aquella hormiga la miel robaba ufana,
La noche me devora malditamente me hace desaparecer nunca pensé que podía doler así hay cosas dentro de mi que necesito confesar.
Mucho más allá del tiempo, más allá de la noche, a través de los sueños, en aquel lago, allí, te esperaré.
No hay secreto en mi sonrisa no hay nada que decir solo son sus ojos al mirarme me hacen bendecir mi vida. El me encontró con la pena en la g…
La niña andaba entre la nieve con un vestido rosa, destacaba en aquella blancura, un hombre que estaba en el bosque intentando cazar al oso que mataba sus ovejas, la vio y le pregunto: ...
Me saturaste de ausencia mis pies besan el suelo alejándome del hogar en tu clavícu… respiraciones limpian una calle cualquiera de malos olor…
Noto mi piel húmeda me miro al espejo y por primera vez siento que me amo. Me quiero como
Tengo hambre de devorar sentimient… que se terminaron hace tiempo, de cuerpos sudorosos que se fueron… de letras de canciones que cuenten a las almas perdidas el hambre de
Hay hombres que no sienten, su corazón solo es un trozo de azulejo caído en la cocina. No saben amar, dicen: “te quiero” pero no saben
Tengo los ojos del león soy grande poderosa un ser invencible; tengo una capa que me protege.
Guía de marinos marcador de las costas faro imponente Aguas azules recortan las siluetas
De mil colores en el cabello negro, son sus adornos. Su tez blanca embellece con polvo arroz,
Extraño el tiempo de las dulces me… aquellos días donde en Granada florecían flores de azahar, el aroma a naranja inundaba, la Plaza de los Campos.
En la alba nieve flores que sobreviven. Helada diurna. El ave negra pica la flor de sangre.