Cuando llegue la noche, y el silencio te rodee, no te de miedo las sombras, que se reflejen en tu dormitorio.
POESÍA JAPONESA CHÖKA En los hogares las luces encendidas olor a troncos
Día otoñal caen las hojas ocres. Se oye ladrar. Se ríe el niño arrancando las flores.
Sube la temperatura en la habitaci… la cintura apretada, apenas puedo… él que no me deja ni un segundo de… tanto que muero lo tengo que empuj… ¡necesito oxígeno! O me voy a desm…
El arrebol sobre los campos verdes. Cálido verano. El gallo canta al clarear el día.
Me pongo linda, quiero estar perfecta para esta ci… llevo la cara del matrimonio perfe… somos gente corriente de esos que se aman para siempre.
Me senté en su regazo la muerte, me abrazo fuerte me recosté en ella me hizo mirarla y me besó devoró mis labios
Miro tu parpadeo bajo las alas del… deja un rastro brillante en mi mir… lágrimas en las arrugas desgarrada… Iré rompiendo cada minuto que muer… dentro de esas horas blancas.
Mis piernas andan entre las margaritas, suspira el viento en mi oído: un te quiero, con besos de cristal.
Cálido tu aliento en mi, siento como erizas mi piel, noto que ardo como el tronco en la chimenea. Mi cuerpo se mueve al compás
El día es tan largo y no tengo nada, dulces bombones para el alma que suavizan penas. Estoy encerrada en una jaula de or…
Eres el sueño hecho carne, la sinfonía de los sentidos, un bello poema en movimiento, eres puro fuego encendido. Tus curvas son suaves colinas,
Cala turquesa con agua cristalinas. Respiro vida. Aquí se bañan en la mar de los sueños.
Bello el naranja de las hojas caídas; Mujer de otoño.
¡Cuánto te echo de menos! Dime una palabra que entienda que también me piensas, adoro esos labios rojos me vuelvo loca cuando los miro.