#Cubanos #Matanceros #Mujeres #ParaNiños #SigloXX
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
Ahí viene la gata de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano. Tírale una
Cuenta la estrella Polar que el puerto de Cabañas, los pescadores cubanos la nombraron capitana. Velero con altas velas
El caballo negro iba por un trillo: cada paso suyo bordaba el camino. El caballo ruano
Miniatura marinera, filigrana de madera, ámbar, jade verdemar. Caballito de sal fina, bailarín, aguamarina,
Abril es un niño rubio que junta flores y pájaros; tiene los ojos azules y va vestido de blanco. Mayo es un niño aguador
¡Tilín! ¡Tilán! Campana de oro de la mañana. ¡Tilín!
Zapatero de mi pueblo: usa clavitos de plata en el par de botas nuevas que quiero para mañana. Han de ser de cuero rojo,
Moterita de madera llena de polvos de arroz, con tapa de cristal fino y la mota de plumón. ¿De quién será la motera
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
Jazmín diamela, jazmín de España, jasmín criollo, ¡Ixora blanca! Lirio amarillo,
—¡Hola, Pinocho!, ¿qué haces ahí? —Busco una joya que ayer perdí. —Dime, Pinocho, ¿que joya?, di. —Un pedacito de mi nariz.
La Habana es como una hermosa, limpia, fresca, alegre casa: sus puertas, de par en par, invitan a visitarla. Aquel que a Cuba respete