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Con sus pichones la codorniz a la sabana viene a dormir. Un perro ladra
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
Moterita de madera llena de polvos de arroz, con tapa de cristal fino y la mota de plumón. ¿De quién será la motera
Jazmín diamela, jazmín de España, jasmín criollo, ¡Ixora blanca! Lirio amarillo,
En primavera, nidos y flores. En el verano, lo aguaceros. En el otoño, las hojas secas. Los aguinaldos en el invierno.
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento
Mi papalote, ¡qué lindo mi papalote! Vuela y vuela como un pájaro mi papalote. Un pájaro de papel
La Habana es como una hermosa, limpia, fresca, alegre casa: sus puertas, de par en par, invitan a visitarla. Aquel que a Cuba respete
El tomeguín del pinar con su collar amarillo ya pica en el alpistillo, ya rápido echa a volar. Y va del ateje al güin,
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
Abrigando el arroyo la caña brava, chorros de finas hojas al aire lanza. ¡Qué musicales ramos,
¡Tilín! ¡Tilán! Campana de oro de la mañana. ¡Tilín!
Abril es un niño rubio que junta flores y pájaros; tiene los ojos azules y va vestido de blanco. Mayo es un niño aguador