La noche me predicaba lo inútil que fue mi intención.
La buscaba en cada recuerdo, en cada respiro,
Pero cuando el día se apagó, mi mente se encendió,
Me envolvió en mundos llenos de ti y me ahogó.
La noche proyecta en mis pensamientos
todo aquello que no evoque
No logré frenar tu marcha frenar
Y de nuevo la noche juega con mis destinos.
Yo sigo corriendo detrás de esas palabras que no te dije.
Sigo intentando abrazar tu pasado y no olvidarte.
Sigo manteniendo viva está alma con tu recuerdo.
Sigo culpando la noche sin ningun sentido.
Creo culpar la noche para poder dormir
Por qué nunca culparía mi cobardía
Pero el día llega, fuerte, caliente y con su frialdad,
Recordando que la noche solo me salvó de su luz de realidad.