Te amo como Jack a la perla negra… Como una princesa en roma que se a… cuando vienes en tu vespa 125. Dijiste “si no vale la pena no des… Pero es Chalultepec y tú,—¡oh, tú…
La suela de mi zapato está gastada… Solo digo. Tu alma viajera suspira, cansada. de cargar tus maletas a todos lado… Solo digo.
Dormir sobre el petate, con el olor a raidolito; los grillos danzando en el zacate, en un sublime concierto gratuito. Y al oír el motor de un abanico
Encendí una antorcha, disque para no ir a tientas. Me puse al cuello un hacha apostando novecientas noches sin poder dormir
La busqué por toda la casa y la pluma estaba en mi oreja. Supongo que a veces la gente fraca… para entender un cuadro si no se a…
Te robaste mi alma como un delincu… Te vi hacerlo pero no quise detene… Estaba tan cansada de ser ignorada que te vi como un héroe de cuento… y la segunda vez que volviste enco…
Supongo que no hay créditos en esperarlos, si lo inédito llegará cuando vuele lejos el enja… como ahora, que no quedan pájaros… Solo tú y yo.
Las noches se achican, pero eso no perjudica mis horas de sueño. Y si mis ojeras implican que hay un pequeño
Las tardes violetas se ambientan con risas violentas, y al verte contenta, una batalla sangrienta se desata en mi interior.
Yo anhelaba tu corazón; tú me diste una rosa. Y aunque fue sin intensión, la regué con mis lágrimas sosas. Quizá demasiado.
Sabes que soy exigente, pero solo… y ponle mi nombre a la avenida que lleva a tu hogar.
Tal vez no lo sepa aún; qué es el amor. Porque según los jovenes tienen en común que no saben nada. Y no diré que eres tú
Ya le diste dos vueltas al mar, y yo aún trato de llegar a la orilla. Es injusto que te fuiste de la vil… pero aún no pierdes la silla.
Oh, yo sé que si te diera estambre tejerías un abrigo para mí—Saciarí… y me darías mas motivos que excusa… para darte todo lo que buscas, por eso me fui.
Dice que su color favorito es el d… pero no puede quitar los suyos de… Y odia que se ensucie su traje, pe… que pinto sobre él en color carmes… No le gusta bailar, así que me mir…