#1887 #Abrojos #EscritoresNicaraguenses #Modernismo
Van los insectos primorosos, que son la gracia y la alegría, olando al sol colaginoso como un tropel de pedrería. Pasan las líricas abejas
A un tal que asesinó a diez y era la imagen del vicio, muerto, el Soberano Juez le salvó del sacrificio sólo porque amó una vez.
Hermano, tú que tienes la luz, dím… Soy como un ciego. Voy sin rumbo… Voy bajo tempestades y tormentas ciego de ensueño y loco de armonía… Ese es mi mal. Soñar. La poesía
¡Es con voz de la Biblia, o verso… que habría que llegar hasta ti, Ca… ¡Primitivo y moderno, sencillo y c… con un algo de Washington y cuatro… Eres los Estados Unidos,
Alberto, en el propíleo del tiempo… Donde Renan rezaba, Verlaine cant… Primavera una rosa de amor tiene e… Y cerca de la joven y dulce Prima… Término su sonrisa de piedra brind…
Yo vi un ave que süave sus cantares entonó y voló...
Animará la virgen tierra la sangre de los finos brutos que da la pecuaria Inglaterra; irán cargados de tributos los pesados carros férreos
¡Argentina! el cantor ha oteado desde la alta región tu futuro. Y vio en lo inmemorial del pasado las metrópolis reinas que fueron, las que por Dios malditas cayeron
Oh ruido divino, Oh ruido sonoro! Lanzó la alondra matinal el trino y sobre ese preludio cristalino, los caballos de oro
Ya de un corintio templo cincela u… Ya de un morisco alcázar el capite… Ya, como Benvenuto, del oro de un… Forma un joyel artístico, prodigio… Pinta las dulces Gracias, o la de…
El amor está en las rosas, las rosas son el amor, cupido anda entre las cosas, y hace de ellas una flor. A veces despierta un nido,
Yo fui un soldado que durmió en el… de Cleopatra la reina. Su blancur… y su mirada astral y omnipotente. Eso fue todo. ¡Oh mirada! ¡oh blancura! y oh, aq…
Llegué a la pobre cabaña en días de primavera. La niña triste cantaba, la abuela hilaba en la rueca. —¡Buena anciana, buena anciana,
Hoy pasó un águila sobre mi cabeza, lleva en sus alas la tormenta, lleva en sus garras
¡Su padre los echa! Yo, ha poco,… soberbio, iracundo, lanzarlos de a… No importa, hijos míos; diré como… «¡Dejad a los niños que vengan a m…