#1887 #Abrojos #EscritoresNicaraguenses #Modernismo
Escrita en viejo dialecto eolio Hallé esta página dentro un infoli… Y entre los libros de un monasteri… Del venerable San Agustín, Un fraile acaso puso el escolio
En el kiosco bien oliente besé tanto a mi odalisca en los ojos, en la frente, y en la boca y las mejillas, que los besos que la he dado
La estéril gran señora desespera y odia su gentil talle cuando pasa la pobre cocinera con seis hijos y medio por la call…
Yo vi un ave que süave sus cantares entonó y voló...
En la playa he encontrado un carac… macizo y recamado de las perlas má… europa le ha tocado con sus manos… cuando cruzó las ondas sobre el ce… He llevado a mis labios el caracol…
Niña hermosa que me humillas con tus ojos grandes, bellos: son para ellos, son para ellos estas suaves redondillas. Son dos soles, son dos llamas,
Vienes? me llega aquí, pues que su… Un soplo de las mágicas fragancias Que hicieran los delirios de las l… En las Grecias, las Romas y las… ¡Suspira así! Revuelen las abejas
El ave azul del sueño sobre mi frente pasa; tengo en mi corazón la primavera y en mi cerebro el alba. Amo la luz, el pico de la tórtola,
En tus ojos un misterio; en tus labios, un enigma, y yo, fijo en tus miradas y extasiado en tus sonrisas.
Poesía dulce y mística, Busca a la blanca cubana Que se asomó a la ventana Como una visión artística. Misteriosa y cabalística,
—Allá está la cumbre. —¿Qué miras?—Un astro. —¿Me amas?—¡Te adoro! —¿Subimos?—¡Subamos! —¿Qué ves?—Una aurora
Me tienes lástima, ¿no? Y yo quisiera una soga para echártela al pescuezo y colgarte de una horca, porque eres un buen sujeto,
He aquí el coro que entonan los vagos y los mendigos: —¡Guerra a muerte a los banqueros que repletan sus bolsillos! Regla general: –Los pobres
El verso sutil que pasa o se posa sobre la mujer o sobre la rosa, beso puede ser, o ser mariposa. En la fresca flor el verso sutil; el triunfo de Amor en el mes de A…
Maestro, Pomona levanta su cesto.… saluda la aurora. Tu aurora! Que… de la indiferencia la mancha; que… la dura cadena de siglos; que apla… al sapo la piedra de su honda.