para donde cuerpos dios cera carne oscuridad ser silencio como piedras dinero muerto roja derretida rincones acumulada cañon aplaude circulante hace bailar brilla cuyas balas reparte cerdos pueden digerir salsa divina ahí queda muerta está prohibido hablar problemas sociales nadie interesa confirmarlo debería decretar nueva norma aburrimiento paga cárcel calle dura hay rejas candados alimentos miradas más fácil callar gritar todo debe perfecto mundo palabras así inconscientes entremos umbral modernidad acaban rezagos pasado concretan monumentos futuro amenaza persigue retroceso afrenta espíritu intentamos imponer escapamos lugar corresponde somos bárbaros sujetos oscuros insaciables caracteres anómalos discurso flamante tiñe rojo banderas otras parejas esconden imaginamos sonido aplausos ciegos nosotros coro abismal noche cielo demasiado compacto profundo perder mirada estamos imbuidos luz cristalina agua vapores tensionados ligeros animales voladores persisten ramas poema puede piedra irregular uno mira horizontes cae permanece equilibrio vive fragilidad resistir mares cabezas rapadas invitan pierden números ante instante ebullición ofrecen espalda obligados renunciar propios pesados reductos nunca serán tocadas viento mar borra fachadas señoriales enmudece colores aliviana deseos terrenales aguardan escombros momento caer olas repican costa dejan solo detrimento arena acunó