Imperfecta
"Necesitas límites mentales. Necesitas no esperar. Necesitas no esperar nada de los demás. Necesitas no traficar con tu dolor (...) Necesitas poesía.” — Alejandra Pizarnik
Busco en los ojos externos
ciertos rasgos que me exhiban,
pero huele como a rima prestada.
Una caricatura que pondera
las tendencias y superficialidad
que no llegarían jamás
a escrutar un esqueleto.
Volar así se siente como
correr sin alas.
Un pavimento lodoso,
agujeros por doquier;
una trampa perfecta
hacia el primer encubridor.
La ruina de lo tantas veces dicho
se abre paso
como un águila pétrea,
picoteando los tirones de carne
que aún no se consumieron.
Mis ojos no callan
lo que el cuerpo conserva en sus fauces,
ellos vierten todo el secreto;
¡No quiero ser la comparada!
No quiero que mis versos
te lleven a otro cadáver.
Quiero enmudecer,
las armas romper,
la ruina hacer arder,
hasta que lo genuino renazca
como brote débil,
que apenas asoma sobre la tierra arrasada.
Quiero exponer que las palabras emergen
como cruel castigo
contra la marea constante,
dónde decir no es hacer,
correr no es llegar,
triunfar no es la gloria.
Quiero ser la pira
que insufla el volcán
de lava encendida,
cuál pálpito vital,
luna fugaz de placeres engullidos
acto carnal del clímax alcanzado.
Soy la que se herrumbra pero vive,
la que atan pero no permanece,
la que se corre en el apogeo.
Autenticidad rota; fiebre sin llanto.
