Fluidamente las hojas de aquellos arboles caían,
Fluidamente la esperanza para aquella joven, moría
Y que cruel fue la vida con aquella niña, que sola y triste
Se desnudaba su nítido reflejo en aquel espejo…
Se le va la vida y aun no se da cuenta o tal vez solo este disimulando,
No sé bien pero en sus ojos esmeraldas VI yacer la muerte,
Y en su mirada se desmembraba un desesperante grito de auxilio,
Su sonrisa por alguna razón me hacía dudar bastante acerca de si era
O no feliz, puesto que su mortífera mirada decían elocuentemente
Todo lo contrario…
Aún recuerdo su pálido rostro, sus frías manos, su dulce voz y su gran armonía
No consigo olvidarla ya que en verdad la he amado, no me explico como sucedió
Pero aquella joven mujer de alma tan fría mi corazón penetro…
Ella por su parte aseguro que jamás amo, y así fue como rompió mi corazón,
Decía que los hombres eran débiles y para debilidades ya se tenía ella misma
Pero que tonta fue, ingenua también, a su lado débil yo no seria
Recuerdo con certeza aquella mañana tan fría, en la que me revelo su verdad
Con sus pupilas tan tristes y decaídas, miro mi rostro y entonces grito
“ESTOY MURIENDO, MURIENDO ESTOY”
Rompió en llanto y se desvaneció, había sido que la muerte
Hace tiempo ya le había marcado un destino, llenando así de negrura y dolor
Por completo su camino…
Tan bella, tan joven y con tanto por vivir pero sin embargo a ella le tocaba morir…
Susurro en mis oídos un “Te Amo” tan sincero y puro, que no dude ni un segundo
La abrace con tanta fuerza y con tanto temor que me sentí perplejo por toda
Aquella tristeza que me envolvía, la había amado durante tanto tiempo
Y en el día que por fin a su lado estaría ella se preparaba para su partida…
Un pacto hicimos ella iría primero y cuando me tocara a mi partir juntos al fin
Estaríamos, asta entonces yo a su lado permanecería…
“No temas decir “Te Amo”, no temas estar solo, no temas, porque siempre existirá alguien que junto a ti te rompa tus temores”…