Cualquier clase de amor siempre es loable
si tiene de ingrediente el sentimiento
y se hace sin cesar el seguimiento
para que siempre permanezca estable.
Le acompaña un sentir tan agradable
que en el alma enseguida toma asiento
y crece cada día, con aumento
de un placer mucho más que inigualable.
Se nos hace la mar de indispensable
amar y ser amados, que es ungüento
que pide el corazón y es indudable
su eficacia si acaso está sediento
de emociones; será más que probable
que renazca bebiendo de su aliento.
Si tiene buen cimiento,
tocante a la pasión es insaciable,
pretendiéndola hacer interminable.