Quiero dar ánimos a todo el mundo
sobre todo a quien más los necesite,
antes de que la parca me los quite
y los lleve con ella hacia el trasmundo.
Quisiera repartirlos en abundo
yendo mi corazón en el envite
y ojalá que haya gente que me imite,
porque sería un éxito rotundo.
Todos debiéramos pensar lo mismo
y simultáneamente hacer cadena,
para que a su través el optimismo
con rapidez, como inyección en vena
nos entre, para hacer que el pesimismo
caiga para los restos y en barrena.
El alma tengo llena
de la ilusión de que esta idea cuaje
y sea una realidad tal engranaje.