No pierdas la esperanza de que un día
vas a tener, más tarde o más temprano,
un amor al alcance de la mano
si acaso no lo tienes todavía.
Te va a traer las dichas a porfía
y serás muy feliz, pues cotidiano
será tu gozo, por tener cercano
lo que con ansia el alma te pedía.
No hay que desesperar, pues siempre llega
cuando menos se espera y no lo dudes,
porque si lo mereces es seguro
que va a venir, así que ten fe ciega
en que se acabarán tus inquietudes:
yo que la tengo, tal amor te auguro.