Muchas caricias quedan todavía
en mi mochila y tengo tal exceso,
que a miles voy a darte cada día
y acompañando a cada una un beso.
No voy a desprenderme de tu boca
ni mis manos querrán abandonarte,
pues la pasión que tengo se desboca
y al sentir tu calor… punto y aparte.
Nunca estaré de ti jamás ahíto
aunque mucho me des de cuanto tienes
y poco se me haría el infinito
si me dijeras: tú, mi amor, no frenes.
Disfrutaremos la mayor ventura
cuando unamos mi ardor con tu dulzura.