Preciso es que se trate con decencia,
con amabilidad y con respeto,
porque éste para nada está obsoleto
y tiene larga vida su vigencia.
Se observa lo contrario con frecuencia
y en mucha gente joven en concreto,
que a la gente mayor hacen objeto
de burla y hasta a veces de insolencia.
Se fueron para siempre los modales
de antaño, y de las prácticas morales
para qué hablar, si todo ya es mimético
por ser impuestas y de modo tácito
con el muy generoso beneplácito
de la televisión, lo que es patético.
Falta un código ético
que corte por lo sano con la práctica
inmoral de manera profiláctica.