La mejor dicha llega cuando sabes
que haces feliz a la persona amada;
llega a ser tanta que ni en ti ya cabes
por ser más grande aún que la esperada.
Esa felicidad es compartida
y también es la misma en cierto modo,
porque vivís los dos la misma vida
y es que en definitiva hacéis un todo.
La unión entre dos almas que se quieren
es lo más grande que pudiera haber,
que hasta si se separan las dos mueren
y unidas volverían a nacer.
Es encontrar perfecto complemento
para ser dos en uno al cien por ciento.