Las campanas que toquen a porfía,
si es preciso al cañón su ruido roben
cambiándolo a sonidos que le arroben
a las gentes, en brava melodía
pareja a la Novena Sinfonía,
gran obra que el insigne Van Beethoven
compuso con espíritu de joven
conocida por Himno a la Alegría.
En palabras sublimes y muy bellas,
nos dice y aconseja a los humanos
que miremos allende las estrellas
y también nos tratemos como hermanos,
desterrando los odios ancestrales
por ser causa de todos nuestros males.
Sembremos ideales
que destierren del mundo la maldad
e impere la justicia y la igualdad.