Entre sueños, quimeras e ilusiones
pasé la mayor parte de mi vida,
sin poder encontrar otra salida
y sin averiguar por qué razones.
Quizás no dispusiera de esos dones
que sobran a la gente divertida
para hacer compañeros de partida,
multiplicando así sus relaciones.
Puede que me faltasen ocasiones
o las que tuve huyeron de estampida
pensando que tal vez mis intenciones
serían respirar por esa herida
que nos dejan las malas sensaciones
ante el dolor de una ocasión fallida.