La vida en que soñaba de pequeño
que iba a vivir cuando a mayor llegara
no pasó de eso mismo, sólo un sueño,
pues no pude comprarla, al ser tan cara.
Echo la vista atrás y lo vivido
no se parece nada a lo soñado
y más vale tirarlo hacia el olvido
y no echar más la vista hacia el pasado.
Ya aprendí que es mejor aprovechar
lo que la realidad nos pone a mano
para que lo gocemos sin parar
y lo demás es discurrir en vano,
porque el tiempo perdido ya no importa,
y es que la vida es demasiado corta.