Es constructor de sueños amorosos
y también defensor de esas ajenas
causas, para librarlas de condenas
emitidas por jueces caprichosos.
Disfruta de momentos muy gozosos
a los que intenta atar con las cadenas
de singulares cantos de sirenas,
que en belleza son harto generosos.
Mejor que nadie sabe qué es amor
y también desamor, si mala suerte
tiene por obra y gracia del destino,
que a veces cambia y llena de un dolor
del que hasta el alma se le queda inerte,
mas sigue imperturbable su camino.