Me propongo rendir un homenaje
a todos los que llegan a esta casa,
aunque mi habilidad sea muy escasa
para hacerles a todos un buen traje.
Les doy con gran placer el hospedaje
y no pienso cobrar ninguna tasa,
pues si lo hiciera sonaría a guasa
por no valer la pena hacer tal viaje.
Les estoy grandemente agradecido
como no puede ser de otra manera
y ojalá que quien antes ha venido
muchas más veces por aquí viniera,
fiel señal de que aquello que ha leído
lo vio como una cosa placentera.