El alma necesita de un abrazo
de una sonrisa
no precisa de músicas estridentes
sólo quiere cálidas brisas
El alma quiere detenerse
descansar de tanto agobio
requiere la luz de una vela
y no una soleada mañana.
Que el alma se hunda en un corazón abierto al cielo
y pueda, ser envuelta en algún rincón cálido
Si alguien la ve, díganle que voy a su encuentro
que falta poco, muy poco
y que, al fin, huiremos del invierno, ella lo sabe.