Morir de dolor,
Para renacer.
Desde el sufrimiento,
Nacen rasgos maravillosos.
Desde el más profundo arrepentimiento,
Nacen semillas de esperanza.
Porqué no es siempre una cruda matanza.
Morir mil veces,
Para renacer más fuerte como el viento que mueve las hojas,
Y la lleva lejos de la lluvia,
Y más cercanas al sol.
Para resplandecer en un caloroso otoño.