Esa mariposa se posó en mi mano
y sentí terror.
La dejé ir por eso.
Da vueltas alrededor de la luz
tal vez se resuelva con apagarla,
no sé.
Su aleteo me inquieta
no tanto como mi vigilia
menos que su presagio.
Quise atraparla
para luego soltarla
y entender que el principio y el fin
son una misma cosa.
Mariposa bruja,
mariposa de la noche.
No logro sacarla de la casa,
menos de mí.