Junio, jardín de junio, yo no quise
sino sólo una voz de su ternura,
besar el aire que en sus ojos dura
y soltar en mis labios lo que dice.
Aire, junio en los aires ya predice
las imágenes muertas en la oscura
piedad de las palabras que apresura
la sola poesía que no quise.
Agua, en tus lluvias llévame ceñido
al campo de tus ojos, al latido
del corazón que halle en otra sombra.
Róbame a los espacios que su acento
busque al azar, fuera de luz y sombra.
Yo cubriré mi sombra con el viento.