Yo te daría mi amor vestido de primavera, pero soy ciego, señor, y no tengo amor, ni tengo
Di, perro, ¿a quién llamas bajo la noche inquieta? ¿amas la luna? ¿estás, acaso, enamorado de una estrella? Y tú, rana verde
Yo debí, en otra vida, haber sido una rana ¡cantando alegremente a la orilla del agua! ¡Quién sabe qué palabras
No tiene forma alguna, tampoco melodía ni ritmo; y sin embargo, Él es la armonía.
Flor negra y profunda. Tú, la más grave, la que abre en el corazón almendra, plexo solar de los árboles. Y tú, flor blanca y terrible,
Yo tengo un jardín de Abril, y en él guardo yo una flor, y también un ruiseñor que canta en el mes de Abril. La niña de los Pinares
El sol iba subiendo poco a poco Y yo no creía más. El sol iba ya muy alto
¡Qué no me den los vinos! ¡Qué no me den de las mieles! Solo quedar quiero. ¡Dejadme quedar un rato junto al fuego, entre vosotros!
Ayer cumplí veinte años... Oro ardiente, la tarde entró por la ventana abie… en cantigas de pájaros, al giro de las niñas jugando a la rueda.
Ella era... Ella era un ave y yo una culebra. Ella se eleva y yo me iba arrastrando.
Las rosas caen, y de pétalos se ha… caminos nuevos. Las hojas caen; hojas de oro cayendo forman caminos nuevos.
Mis enemigos me preguntan: ¿por qu… a esa joven extrañamente pálida? No lleva flores en los cabellos, y… parece reflejarse en su mirada... Y yo he pensado, sin responderles:
Las estrellas paren estrellas y el cielo tiene, cada noche, cientos de estrellas nuevas. Yo sueño a veces que han de llegar noches espléndid…
Azul todo, todo en la tarde cálida. Azules los cielos y azul en las casas. Azul de la piedra
Ella se vistió de rosas y olía a rosa; y yo le dije: ¿Por qué te vistes de rosas si eres rosa tú también?