#Cubanos #Matanceros #Mujeres #SigloXX #SigloXXI #1991 #SeMeHaPerdidoUnHombre #Soneto
Te borraré con una esponja de vina… con un poco de asco. Te borraré con una lágrima importa… o con un gesto de descaro. Te borraré leyendo metafísica,
Rómpanme los vestidos, quítenme la… pulan con ese látigo mi sitio de e… tráiganme los infiernos, pongan mi… no temo a los tiranos ni al cáncer… Déjenme sin pecado, sin sol, sin b…
Otra vez la batalla lenta y verde: tu perfil de muchacho resonante asomándome el fuego, y un instante de temblor en mi labio que te muer… Otra vez los dos ciegos y el hundi…
Pregunto si llevo corazón cuando despierto el peligro entre… si me equivoca cuando preparo la única trinchera en su garganta.
¡Qué plenitud me cerca de cansanci… ¡Qué tedio me sumerge como un pesa… Me voy quitando todos los sueños d… y hay siempre en mi mirada algún a… Qué menester tan necio entretener…
Andaba yo volando por el suelo, sin zapatos, sin mi traje de nube de las nubes; sola para tus manos, patética,
Es necesario a veces quedarse en u… mirando con desdén a la gente que… Es necesario a veces salir de nues… y averiguar por dónde el cielo se… Y resulta prudente beber la medici…
Pobre niño tan temprano sin mi mano, sin cariño. En un lecho
Se llamaba Mercedes, Y era buena. Dicen que todo el mundo la quería. Con su sonrisa ajena una estatua de niebla parecía. Se llamaba Mercedes. Y no existe
Amor, amor de aquí: pásame el braz… por la cintura. Amor, toca esta fr… di una frase vulgar, casi inocente… ríe, ríe después... Tengo un retaz… de sol bajo la tela de mi hombro.
Voy perdiendo los días de estar so… los días recién buenos ahora descu… ahora que se van, y una tristeza hija de mi tristeza… me borra lentamente las ganas de s…
Yo era débil, rubia, poetisa, bien casada. Tenía deudas y una salud de panetela blanca. Hicimos una casa pobremente,
Amor, ¿cómo es que vienes a darle al pensamiento tu estocada si estoy entre las sienes —débil mujer a golpes decorada— y apenas tengo trato con la aurora
Te mando ahora a que lo olvides to… aquel seno de nata y de ternura, aquel seno empinándose de un modo que te pudo servir de tierra dura; aquel muslo obediente pero fiero,
Éste es mi corazón: el partidario de los días callados y las frutas. Hace sus fiebres raras y absolutas y yo lo pierdo en mí. Soy su sudar… Nadie sabe el misterio que convoca…