MARIAMULATA
En un barco negrero, camuflada,
escondiendo su canto lastimero,
se vino acompañando al prisionero
para aliviar su vida desolada.
No ha querido, de luto engalanada,
mudarse del entorno marinero,
que encontró bajo un sol cartagenero,
con palmeras que crecen en su rada.
Como Orika, princesa, es africana
que con gesto lanzado y atrevido
al miembro de su grey comprometido,
sin preguntarle si su causa es vana,
le ofrece su respaldo decidido,
por la noble razón de ser su hermana.