Bruno Castro

Aliento

Veamos que siento:

Noto, el viento, con gracia, acaricia, desliza y eriza, mi piel, al sol, ilumina, como miel, esta cima, sueno, eterno, solo soy tierno, agudeza y destreza, en una concentración, sincera, pongo en acción, una lección, no un tongo, solo, algo, que propongo, vuelvo a mi punto, de no retorno, esto si, que es un pulso, siento la paz, en una mente, inexistente, es un az, de malabares, no compares, sigo, intentando, plasmar, mi bienestar de, una lección, que añade, seducción, para sobrevivir, es un decir, o puede que solo sea vivir, lo intento ver, no concluir, en este ser, para poder continuar, en mi propio esquema, en un tema, que llamo, sentir el alma, procuro ser sano, alejarme de lo oscuro, ser puro, y algo duro, quiero bajarme, de la angustia, mustia, que no busca, la astucia, alejarme, solo quiere, desequilibrarme, a veces, lo hiere, no quiere, mi bienestar, pero me levantaré, tantas veces, que el estar, sea mi progresar.
El silencio, mi colega, extinto, que venció, a un mito, existió, en mi “convento”, no miento, luchó, y venció, y convirtió en alegría, la mentira, y sufrimiento, fría, en mi aliento.




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