Como a través de un translúcido cr… se deja entrever a medias la hermo… de tus brazos cargados de venas, a… tan azules que el mar cristaliza e… el oleaje de las calas abiertas a…
Si en las alturas fuese un sabio, de otra forma hablaríamos mas ni sé que soy, bueno, nada, yo ando en las bajadas, donde los diabletes juegan a masturbarse, y eso que yo, de eso ya pas...
Afluentes que en el desembocar de los mares, abastardáis el plomo que os pesa en vuestro nosotros de derivas saturadas de islotes, grutas que por el tamaño
Yo también sé de atajos y emboscad… de caminantes que se pierden, de árboles torcidos. Yo también sé de tesoros que cambian de manos con la misma facilidad
Acantilado de aves migratorias bus… impresos de residencia perenne que… aporte seguridad, seguridad suena… bonito, a oscuras es el estallido… volcán que erupciona sus entrañas…
Esquelas hasta las once de la noch… Yo me quiero morir de madrugada y que mañana macabros os enteréis. ¿Me permitirá Señor Esquelador un… licencia o más bien
Quisiera pegarle un mordisco a la… de los periódicos envueltos en esq… y este rostro frío que me quema guardarlo en un cajón, junto a la… y el revolver inutilizados.
La soga al cuello El ahorcado De nada sirve Nada a nado Todo es cierto
Quiero pararme en esos lugares donde el tiempo se detiene, y el silencio suaviza cada caricia… el reloj es un instrumento inservi… y los nervios más airados, se desg…
Cuando no existe La casualidad Y un ejército De psicópatas Te prepara
Ya la hoguera ya quemó, no dejando rastro ni figura, en mi agua beberé tu sed, sáciate de las consecuencias del f… Apabullantes monstruos destapan
Se deja lanzar la flecha en manos del arquero como deseo de plumaje aguarda pacientemente, sosegado, este certero tirador,
Jacinta McAca Me regaló flores Jacinta McAca La de la tienda de aullidos Jacinta McAca
dios Mío, verbo en MÍ
Y mi domador se vuelve loco con el número de la avispa, que mu… en la herida abierta del chico del trapecio, cuantas existencias diferentes,