#EscritoresArgentinos #PremioCervantes #SigloXX #1981 #LaCifra
Ni aquella tarde ni la otra murió el ilustre Giambattista Marino, que las bocas unánimes de la Fama (para usar una imagen que le fue cara) proclamaron el nuevo Homero y el nuevo Dante, ...
El hombre que desembarcó en Buenos Aires en 1871 se llamaba Johannes Dahlmann y era pastor de la Iglesia evangélica; en 1939, uno de sus nietos, Juan Dahlmann, era secretario de una bib...
Nadie hubo en él; detrás de su rostro (que aun a través de las malas pinturas de la época no se parece a ningún otro) y de sus palabras, que eran copiosas, fantásticas y agitadas, no ha...
Nueva Inglaterra y la mañana. Doblo por Craigie. Pienso (yo lo he pensado) que el nombre Craigie es escocés y que la palabra crag es de origen…
No soy yo quien te engendra. Son… Son mi padre, su padre y sus mayor… Son los que un largo dédalo de amo… Trazaron desde Adán y los desiert… De Caín y de Abel, en una aurora
Los muebles de caoba perpetúan entre la indecisión del brocado su tertulia de siempre. Los daguerrotipos mienten su falsa cercanía
En aquel preciso momento el hombre… Qué no daría yo por la dicha de estar a tu lado en Islandia bajo el gran día inmóvil y de compartir el ahora
A nadie puede maravillar que el primero de los elementos, el fuego, no abunde en el libro de un hombre de ochenta y tantos años. Una reina, en la hora de su muerte, dice que es fuego y ...
Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de la estatua por lo impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de Marco Bruto, su protegido, aca...
Ya la espada de hierro ha ejecutad… La debida labor de la venganza; Ya los ásperos dardos y la lanza La sangre del perverso han prodiga… A despecho de un dios y de sus mar…
Allá por el Maldonado, que hoy corre escondido y ciego, allá por el barrio gris que cantó el pobre Carriego, tras una puerta entornada
Cuántas cosas. Lucano que amoneda el verso y aquel otro la sentencia… La mezquita y el arco. La cadenci… del agua del Islam en la alameda. Los toros de la tarde. La bravía
Ya las lustrales aguas de la noche… de los muchos colores y de las muc… Ya en el jardín las aves y los ast… el regreso anhelado de las antigua… del sueño y de la sombra. Ya la so…
La larga postración lo ha acostumb… a anticipar la muerte. Le daría miedo salir al clamoroso día y andar entre los hombres. Derriba… Enrique Heine piensa en aquel río…
Esta noche, no lejos de la cumbre de la colina de Saint Pierre, una valerosa y venturosa música griega nos acaba de revelar que la muerte es más inverosímil que la vida y que, por consi...