#1923 #EscritoresArgentinos #FervorDeBuenosAires
El gato blanco y célibe se mira en la lúcida luna del espejo y no puede saber que esa blancura y esos ojos de oro que no ha visto nunca en la casa, son su propia im…
Los ordenes de libros guardan fiel… en la alta noche el sitio prefijad… El último volumen ha ocupado el hueco que dejó en los anaqueles… Nadie en la vasta casa. Ni siquie…
Zanjones, sierras ásperas, médanos, sitiados por jadeantes singladuras y por las leguas de temporal y de…
Negar la sucesión temporal, negar el yo, negar el universo astronómico, son desesperaciones aparentes y consuelos secretos. Nuestro destino (a diferencia del infierno de Swedenborg y de...
La imagen de aquel pueblo lapidado y execrado, inmortal en su agonía, en las negras vigilias lo atraía con una suerte de terror sagrado. Bebió como quien bebe un hondo vin…
¿Dónde estarán? pregunta la elegía de quienes ya no son, como si hubi… una región en que el Ayer, pudiera ser el Hoy, el Aún, y el Todavía. ¿Dónde estará? (repito) el malevaj…
Por estos rojos laberintos de Lon… descubro que he elegido la más curiosa de las profesiones… salvo que todas, a su modo, lo son… Como los alquimistas
El general Quiroga va a su entier… Lo invita el mercenario Santos Pé… Y sobre Santos Pérez está Rosas, la recóndita araña de Palermo. Rosas, a fuer de buen cobarde, sab…
76 El libro es ese instrumento sin el…
En esa biblioteca de Almagro Sur compartimos la rutina y el tedio y la morosa clasificación de los l… según el orden decimal de Bruselas y me confiaste tu curiosa esperanz…
Librada la batalla de Clontarf, en la que fue humillado el noruego, el alto rey habló con el poeta y le dijo: —Las proezas más claras pierden su lustre si no se las amoneda en palabras....
Tantos años huyendo y esperando y ahora el enemigo estaba en mi casa. Desde la ventana lo vi subir penosamente por el áspero camino del cerro. Se ayudaba con un bastón, con un torpe bas...
El poniente impecable en esplendor… quebró a filo de espada las distan… Suave como un sauzal está la noche… Rojos chisporrotean los remolinos de las bruscas hogue…
De fierro de encorvados tirantes de enorme f… para que no la revienten y la desf… las muchas cosas que mis aborrotad… las duras cosas que insoportableme…
Dormías. Te despierto. La gran mañana depara la ilusión d… Te habías olvidado de Virgilio. A… Te traigo muchas cosas. Las cuatro raíces del griego: la t…