Siendo niña, muy pequeña
Esas piernas tú cruzaste
Señorita? Educada?
La cuestión era frenarte.
Sin preguntas, sin respuestas
Falsas guaguas tú cargaste.
Fue un regalo? Fue un obsequio?
Qué mentira, fue un lamento,
El lamento de tu vientre,
La condena de tu sexo.
Derepente unos vestidos
Bien rosados te pusieron,
¡que los aros te combinen
Con el moño! Te dijeron.
Cierra boca, estira cuello
Y deja largo tu cabello.
Ríe bajo, ríe siempre
Los que mandan siempre ellos.
Gime fuerte! Sé astuta!
Que parezca que disfrutas,
No seas bruta, date cuenta,
Ya tu vida está resuelta!
Tantas cosas tú escuchaste,
Tanta culpa, tanto miedo,
Que tu pelo no cortaste
Y el deseo se hizo hielo.